lunes, 30 de mayo de 2011

El duro regreso

30 de mayo de 2011, 10:10 am. Me dispongo a retomar los entrenamientos después de un largo e intenso mes de estudio donde apenas había entrenado, los estudios se habían apoderado del resto de aficiones. Nada podía impedirme que hoy regresara a los entrenamientos, todo me acompañaba en un principio: buen tiempo (sin demasiado calor), buenas sensaciones y sobre todo ganas de volver. Comencé a correr y a medida que avanzaba los metros iban apareciendo los problemas, en un principio apenas recordaba como correr, me dolían todos los músculos de las piernas y cada vez tenía más cosas en contra pero solo había una cosa que me hacia seguir entrenado “LA SUPERACIÓN”. Seguía avanzando metros y poco a poco recordaba mi forma de correr: la postura recta, la mirada hacia el frente, la respiración…; el calor, a medida que pasaban los minutos, era más intenso. Pasaban los minutos y en el ecuador de mi carrera me apareció el peor enemigo del corredor “el flato”, mi mal estar seguía incrementando a la vez que seguí con mi carrera pero hoy nada podía impedirme entrenar, las ganas de hacerlo se imponían sobretodo. Cada vez que algún repecho se imponía en mi carrera el flato volvía ha hacer de las suyas pero conseguía batirlo y al final conseguí terminar mis 30 minutos de c.c. que tanto me han costado hacerlos.